Peirones

Estas pequeñas construcciones de tres o cuatro metros de altura, con una base de dos m 2 aproximadamente, se encuentran cerca de las entradas de las aldeas o pueblos, en este caso Atea. Hemos pasado muchísimas veces por delante, ignorándolos e indiferentes, como si formasen parte del mobiliario de los campos, sin parar a pensar que guardan miles de años de historia, quizás desde la aparición del hombre en la tierra.

Los textos y los dibujos han sido enviados a esta web por Luis Cebrian
Peirón de Nuestra Señora de los Mártires. Camino de tierra dirección a Murero.
Peirón San Ramón Nonato. Patrón del pueblo, carretera que conduce a Acered
Peirón de las Almas. Camino dirección a Villafeliche.
Peirón de los Santos. Salida del pueblo en la carretera a Used
Peirón de San Gregorio. Dirección a Orcajo.
Peirón de la Virgen del Pilar. Camino que se dirige Daroca..

En el interior y en la parte superior casi siempre hay un motivo religioso. Sea un santo o una virgen, es complementado con unas baldosas de cerámica, y encima de éstas algún texto alegórico, a la imagen, al final de este, rematada con una cruz. Antiguamente cuando la gente pasaba por delante hacían una inclinación con la cabeza, se santiguaban, o rezaban una oración. Eran tiempos de mucha fe y devoción. Se creía que tendrían suerte en el camino o bien en las faenas del campo.
Pero profundizando en estos obeliscos, el porqué llevan cientos de años edificados en estos lugares, verdaderamente tiene su encanto y misterio, y todo un largo historial. No se sabe con certeza de dónde procede el nombre de peirón. Se dice que es una derivación de Pedro o Peiro, posiblemente, aunque también reciben el nombre de humilladero, porque era el lugar donde ataban y eran expuestos los condenados para recibir un castigo y así ser humillados. También podría ser extraído de la palabra "pilare" en latín, mojón que se pone para señalar los caminos.
Se sabe que desde la conquista de Daroca en el año 1120 por Alfonso el Batallador, ya se arreglaban y se construían estos peirones en el mismo lugar donde están ubicado hoy, pero tiempo atrás quizás era un montón de piedras, un mojón o un poste de piedra alta, como señal de dirección de los caminos durante aquella época.
En relación con el Peirón de los Apóstoles, en el pueblo vecino de Acered, durante los trabajos de construcción de la carretera hasta Atea, salieron a la luz en dicha zona restos humanos sepultados y varias losas, dando a entender que quizás alrededor de este pilón había un cementerio, sea morisco, romano, o celta. Curioso.
Actualmente estos peirones ya están catalogados, pero debemos de ser capaces de conservarlos y mejorarlos. Esta arquitectura popular representa una tradición primitiva, testimonio de fe y de piedad que nos dejaron nuestros antepasados desde cientos de años.
Creo que Atea cuenta con seis peirones, ubicados en diferentes puntos de su término. No sé a quién debe pertenecer su mantenimiento: Iglesia, comunidad o Ayuntamiento, pero me consta que siempre han tenido la sensibilidad de respetarlos, manteniéndolos más o menos presentables: