Virgen de Semón:
Siempre me ha llamado la atención la ermita de la Virgen de Semón situada en la cima de una pequeña montaña nombrado como el cerro de Semón. Se dice que este nombre procede, de que en un tiempo ya muy lejano hubo un asentamiento de un pueblecillo Celtíbero, llamado Semón
Observando la imagen del relieve de la virgen, que está encima de la puerta de entrada a la iglesia, en sus pies, vemos unas olas que emitan al oleaje de las aguas, por lo cual nos da a entender que el nombre correcto es Virgen de las Aguas.
Su ubicación es el final del barranco de Atea, que corren sus aguas por la zona llamada los Olmares, y continúan hasta la desembocadura en el rio Jiloca. La Virgen creo que es del pueblo de Acered, pero la veneran todos los fieles de Acered, Alarba, Castejón y Olvés, cada pueblo un domingo de Mayo, donde celebran una romería hasta el santuario.
Explicado estos datos que todos sabemos, no he podido averiguar por qué razón o motivo Atea NO TIENE ACCESO A LA ERMITA, cuando está a pocos metros del término de Atea. En cambio Olvés y Castejón tienen varios kilómetros de distancia, y la veneran.
Tengo que entender que esta costumbre debe venir de tiempos antiquísimos y algún motivo se debería dar, y como no hay documentos escritos el tiempo se ha cuidado de borrarlo. Tendrá relación que Atea, a finales del siglo XV ya tenía una Virgen que venerar? Y la Virgen de las Aguas sale a la luz una numeración de principio del siglo XVI, entre estos datos pocos años hay de diferencia, podría ser una opción. En que Atea quedara fuera de celebrar y homenajear a la ermita de la Virgen de las Aguas.
La ermita de la Virgen de las Aguas, se dice que está ubicada en el lugar que anteriormente había un “ Castillo “ posiblemente debería ser una construcción, de dobles paredes y una planta más elevada, para observar los caminos y tener controlado todo aquellos parajes, en tiempos de moros y cristianos. y posteriormente se edifico la iglesia de la Virgen de las Aguas.
Hace bastantes décadas, que vivían en este recinto, un matrimonio en una casa al lado de la iglesia. El señor Alberto y su mujer la tía Mingueñona, pero como estaban al cuidado de la Virgen, el santuario y sus alrededores, lógicamente eran nombrados como, el Santero y la Santera. Matrimonio que vivía de las donaciones y la generosidad de los fieles, vino, trigo, pollos, etc., que posteriormente vendían y así sacar unos duros para poder vivir, de esto ya hace muchos años que pasó.