La Señal de la Cruz:

Atea como tantos otros pueblos de la geografía, la religión predominante era la cristiana, nuestros abuelos y bisabuelos creían y tenían tanta fe que la cumplían a la perfección, también la Iglesia con sus sacerdotes, y el régimen del Generalísimo (general de generales) aconsejaban y nos mentalizaban a cumplir con los mandamientos.
Solamente con decir la “la hostia, o el copón “se consideraba que era pecado y ya oías decir a los abuelos, no digas esas palabras que el señor te castigará, o bien te soltaban algún tortazo, ¡eso no se dice!
Todo ya empezaba a los pocos días de nacer, ya te llevaban a bautizar para así ser un nuevo cristiano, hasta entonces eras considerado “moro” también tenía su lógica como años atrás había bastantes niños que nacían con dificultades y morían se les llevaba a bautizar para si llegaba ese momento, poderlo enterrar en el cementerio como cristiano, sino se enterraban fuera de este lugar.
Desde ese momento que te bautizan ya recibes la Señal de la Cruz, y a lo largo de tu vida hasta que un día cierras los ojos, todos esos años vividos se repite una y mil veces el gesto de la Señal de la Cruz, con el dedo pulgar te vas señalando diferentes puntos de la cara y de tu cuerpo, así recordamos que Jesús murió crucificado en una cruz.
(Por la señal de la cruz, de nuestros enemigos, líbranos señor Dios nuestro, en el nombre del padre del hijo y del espirito santo, amen.)
Al santiguarte se tiene la certeza y la creencia que estamos protegidos por un ser superior a nosotros, y si somos observadores veremos a muchísima gente que en diferentes momentos, se hace la señal de la cruz, que a lo largo de los siglos se mantiene viva.

ALGUNOS EJEMPLOS:
Personas que al salir de su casa, se hacen la señal de la cruz
Al subir a un vehículo para hacer un largo trayecto
Cuando entramos en la iglesia, nos mojamos los dedos con agua bendita, y nos santiguamos.
El paso de un entierro ante nuestros ojos, también mucha gente se santigua
Al pasar por delante de las cruces y los peirones, estos colocadas en los términos de los pueblos, instintivamente mi abuela hacia el señal de la cruz.
Antes de trocear y cortar el pan, se hacia una cruz con la punta del cuchillo en su base.
Deportistas, cantidad de ellos se hacen la señal de la cruz al empezar, y al finalizar su competición
Y así infinidad de veces, en el transcurso de la vida.

Referente a la pila bautismal que encontramos a un lado, al entrar en la Iglesia es parte de la que antiguamente había, falta la parte superior, se sabe que cuando pavimentaron el suelo, se sacó y no se volvió a colocar, igualmente pasó lo mismo con los Pulpitos que colocados a ambos lados de la nave central daban carácter prestigio e historia de muchísimos años, se quitaron porque debían molestar, y no se volvieron a colocar en su lugar.
La pila de bautismo, por los años 50 tenía gran afluencia de público, cálculo que por esas fechas, unos 25 recién nacidos cada año eran bautizados.
Un día del 48, bien tapado para que no me enfriara y bien sujeto por la manos de mi madrina “mi calva” la mojaron con agua bendita, y pasé a ser un nuevo cristiano, no soy practicante pero creo en un Dios. Que le podemos llamar Jesús, Sol, Espíritu Santo, o como queramos pero la pregunta es ¡de dónde venimos! Y el porqué el ciclo de la vida,
En el año 1948, nacimos 22 y fuimos bautizados en la pila que menciono los siguientes compañeros.
Francisco Guerrero Estella, Francisca Estella Callejero, Ana María Cetina Lara, Luis Cebrián Guerrero, Pascual José Berbegal Guerrero, Adoración Sanz Tardío, Pascual Callejero Mochales, Mercedes Sánchez Lara, Rosario Antonia Lorente Tornos, Pedro Martínez Morata, María del Carmen Lara Latorre, Santiago Sanz Rodrigo, María de la Asunción Emiliana Marcos Blasco, Carmen Lara Esteban, María Luisa Cetina Franco, María Rosa Gómez García, Sara Felicidad Saz Marco, José Sánchez Guillen, Antonio Marcos Hernando Gracia, Ismael Juan Galindo Gómez, Julio Cesar Lorente García, José María Duce Lorente.
Me consta que algunos de estos nombres, ya no están entre nosotros, así es el ciclo de la vida.

Los textos y los dibujos han sido enviados a esta web por Luis Cebrian