Plato Único

Cuando era mediodía los hombres dejaban su trabajo y regresaban a casa a donde como cada día les esperaba la comida que previamente su mujer había preparado.
La comida que se preparaba casi siempre estaba compuesta por productos de la cosecha propia, judías, garbanzos, patatas, frutas, huevos, carne de los animales del corral, leche etc. Solo se iba a la tienda en contadas ocasiones para comprar lo más imprescindible.
Era normal que en la mayoría de las casas que en la hora de comer ponían solamente una fuente llena de comida en el centro de la mesa y cada uno de los presentes con la ayuda de una cuchara de madera cogían directamente el alimento del recipiente,
Con este procedimiento se conseguía no ensuciar los utensilios de la cocina y así tener que fregar poco y con poca agua, si tenias sed te acercaban el botijo y los mayores que bebían vino lo hacían directo de la bota, así pocos vasos y vasijas ensuciaban. Estas comidas tenían un sabor especial pues las cocineras cocían la comida y el segundo plato ó sea la “Tajada” todo junto y esto le daba un sabor y un gusto mucho más denso.
La carne o tajada que más o menos siempre había en la fuente la mujer ya la repartía poniendo la más grande al lado del hombre, los chavales también tenían alguna preferencia y la mujer siempre se quedaba con las más pequeña.
Esto era lo más habitual, pero en las familias más pudientes y en casa de algunos ricos que ya tenían criada, cada uno ya comía en platos individualmente.-Los domingos y fiestas señaladas, en que la comida era un poco más amplia y rica también se usaban ya los platos,

No deja de ser curioso como interpretaban nuestros abuelos en hacer las cosas simples y sencillas, Y ahora después de 80 años descubrimos el” plato combinado “Los tiempos cambian y también en la forma de alimentarnos, tenemos platos de diseño, comida pre-cocinada, una gran variedad de congelados de toda clase,
Pero estoy convencido que más de uno recordara aquellas patatas con abadejo a fuego lento, con leña del campo y en una cazuela de barro, que encima de unos trébedes las abuelas vigilaban. Ó simplemente una sardina “roñosa” con pan y un buen trago de vino, eh!.

 

Los textos y los dibujos han sido enviados a esta web por Luis Cebrian